¿Qué es el pacing?
El competir o entrenar con un ritmo inadecuado repercutirá en nuestros resultados, nos generará fatigas constantes y lesiones no deseadas. Hoy vamos a hablar de cómo podemos gestionar nuestra energía de una manera adecuada para prevenir un temprano desgaste físico y poder llevar a cabo nuestro objetivo de una forma cómoda y positiva. El tener un ritmo apropiado es lo que en lenguaje deportivo se conoce como «pacing» o marcar ritmo.
El pacing es en realidad la estrategia que el ciclista, en este caso, elige desde el inicio de su competición para regular su gasto energético y lograr su objetivo en el menor tiempo posible.

Pacing en competición
Si vamos a realizar una competición es aconsejable analizar previamente el rendimiento que hemos tenido durante nuestros entrenamientos, cuidando asimismo, la dieta (realizando una adecuada toma de hidratos de carbono antes de la competición); la motivación; tener muy en cuenta las condiciones ambientales en las que nos vamos a mover; así como el terreno que nos vamos a encontrar (si es llano o hay bajadas y subidas), si es montaña o carretera; también, la distancia de competición, ya que cuanto más larga sea la carrera, mayor importancia adquiere el establecer una estrategia correcta.
También es importante el nivel del ciclista, ya que un deportista de gran nivel puede beneficiarse de su experiencia para poder adaptar su ritmo a la dificultad de la carrera; así como saber como ahorrar la pérdida de glucógeno para no quedarse sin energía durante la competición; ya que el «pacing correcto se aprende a través de la experiencia».

Cada persona es un mundo, y cada uno debe encontrar la potencia de ritmo que le va a resultar cómoda para pedalear sin perder mucha energía. Encontrar el ritmo adecuado durante una competición depende de la meta que queramos conseguir, del cansancio que sintamos, y de la distancia que nos falta por recorrer.
Estrategias a seguir y tipos de pacing:
- El negativo: consiste en aumentar la velocidad de carrera de forma progresiva, comenzando más despacio de lo que se finaliza.
- El positivo: es lo contrario al anterior, se empieza con un ritmo superior al de la finalización de la carrera.
- Ritmo all out: se inicia la carrera a un ritmo por encima del que se puede mantener, se debe usar en pruebas de muy corta duración.
- El constante o uniforme: es un ritmo lineal durante toda la competición.
- El ritmo parabólico: Comenzando la prueba a un ritmo intenso, bajando el ritmo a escasos segundos, y finalizando nuevamente a un ritmo alto.
- El ritmo variable: Es el utilizado generalmente en pruebas por etapas. Y el ritmo se adecua por las circunstancias externas al ciclista: duración carrera, dirección del viento, altimetría, temperatura.

Consejos
Lo aconsejable es iniciar el ritmo de forma moderada, para evitar que los depósitos de glucógeno se vacíen y la fatiga aparezca irremediablemente, ya que si la prueba a la que nos presentamos es larga, y comenzamos con un ritmo elevado, el sufrir un bajón será patente. En definitiva la táctica siempre dependerá de la carrera, de nuestra energía y de las circunstancias que nos encontremos, y debemos saber aprovecharlas y adaptarnos a ellas.
Como comentan S. Skorsky y Cr. Abiss (2017): «En cualquier evento deportivo la capacidad de distribuir apropiadamente la energía es fundamental, para prevenir la fatiga prematura antes de la finalización del mismo».
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