Mejorar la técnica para gastar menos
La prueba de natación es la primera disciplina de un triatlón y eso lo tenemos que tener muy en cuenta, ya que al ser el inicio de la competición, no podemos agotarnos por una mala práctica. La técnica de nado óptima es la que requiere al triatleta el menor esfuerzo posible, para que no agote las piernas que luego necesitará para coger la bicicleta y posteriormente para correr, y así lograr su objetivo.

Tenemos que tener muy en cuenta que nadar en una competición de triatlón, o larga distancia; o hacerlo en una piscina, o corta distancia, es muy diferente, ya que las características del entorno que nos vamos a encontrar, la interacción con los adversarios, y las condiciones del medio son totalmente distintas. Por ese motivo el entrenamiento de un triatleta es distinto al de un nadador en piscina.
El triatleta, a diferencia del nadador, no solo busca ser el más rápido, sino ser uno de los primeros en salir del agua, pero gastando la menor cantidad de energía posible, ya que la carrera no termina con el ejercicio de natación, sino que tiene que continuar la prueba, y el haber utilizado una mala técnica hará que el agotamiento aparezca desde el primer momento. En resumen el nadador de triatlón tiene que buscar eficiencia, movimientos más suaves, y ahorrar energía para rendir mejor en el resto de la prueba.
Es la disciplina más técnica
De los tres deportes que se compone el triatlón, la natación es el que más trabajo técnico requiere, ya que es un deporte en el que la técnica es primordial; y, a pesar de que solo cubre un 10% de la carrera, si no lo realizamos de manera eficiente, consumiremos casi toda nuestra energía en él, agotándonos y perdiendo la oportunidad de seguir la prueba con más comodidad y fuerza.

Aunque en la natación existen cuatro estilos: espalda, braza, mariposa, y crol o estilo libre, este último es el que se usa en el triatlón, ya que es, sin duda, es el más rápido y más utilizado por casi todos los atletas, pero deberás aprender a nadar en los demás estilos.
¿Cómo entrenar técnica de nado para triatlón?
Para tener una buena técnica es importante un entrenamiento repetitivo, que tu cuerpo se acostumbre a determinados movimientos, ya que la variedad en el entrenamiento reduce la eficacia de alcanzar una buena técnica. Tres puntos son importantes a tener en cuenta para mejorar nuestra técnica natatoria:
1) La hidrodinámica o posición de tu cuerpo en el agua
En primer lugar hay que trabajar una adecuada posición corporal, para asegurar la hidrodinámica y la flotabilidad, acompañada por un apropiado movimiento de las piernas. La posición de la cabeza es importante, si nadáis con los ojos mirando hacia el fondo, extendiendo los brazos hacia el frente, mejorareis la velocidad de nado.
2) La propulsión, o movimientos que tenemos que hacer para avanzar
No olvidéis que la brazada es clave en la natación, no por mucho mover los brazos se nada más rápido, sino todo lo contrario, con ello solo lograreis cansaros más. Procurar que la brazada sea completa, empujando el agua con la mano cuando ésta se sitúe a la altura del ombligo; y nadar a la misma velocidad, utilizando un movimiento fluido y constante, para gastar una menor cantidad de energía.

3) La coordinación de los puntos anteriores.
En cuanto a los pies, hay muchos triatletas que casi no «patalean», para reservar las piernas para los ejercicios de bicicleta y carrera, haciendo todo el trabajo con los brazos. Esto es un error, ya que la «patada» es esencial para una buena técnica. Una buena «patada» eleva el cuerpo del agua, empuja las caderas y los hombros, permitiendo la extensión completa del cuerpo al final de la brazada.
Un buen consejo es no «hacer batidas de pies de crol muy intensas», una correcta «patada» (generada desde las caderas no desde las rodillas), os ayudará a tener una adecuada posición hidrodinámica y estable, e invertiréis menor energía. El principal beneficio de una buena técnica con los pies es la disminución de la resistencia de tu cuerpo con el agua, y como consecuencia el aumento de la velocidad en el nado, y el ahorro de energía.
Concéntrate en tu objetivo
Y por último no descuidéis vuestra mente, lo físico es importante, igual que la técnica, pero la mente, a pesar de no ser tangible, no por ello no es fundamental a la hora de entrenar y competir. La fortaleza mental muchas veces determina el éxito de la empresa.

En psicología existe el llamado «estado de Flow», «estado de flujo», o «estado óptimo», el estar concentrado en tu objetivo de tal forma que te olvidas del cansancio, los problemas, de tu entorno, y disfrutas de cada segundo que pasa haciendo la actividad que has elegido. Llegar a ese estado no es fácil, algunos aconsejan una actitud optimista; un control de la ansiedad y disfrutar de la prueba; y una preparación física adecuada.
Hay un dicho en deporte que dice: «El triatlón se gana corriendo, pero se pierde nadando», y puede ser una gran verdad. No descuidéis el segmento de natación, es una parte importantísima en este apasionante deporte.
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